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Un joven identificado como Sebastián denunció públicamente haber sido agredido por una patrullera de la Policía Nacional en la localidad de Suba, Bogotá, durante un procedimiento ocurrido el 14 de octubre de 2024. El caso tomó notoriedad el 1 de enero de 2025, cuando se viralizó un video en redes sociales que muestra parte del incidente.
Según el testimonio de la víctima, la agresión ocurrió mientras intentaba grabar una requisa en las inmediaciones del CAI Rincón. En las imágenes se observa a la uniformada exigiéndole que dejara de grabar, y posteriormente golpeándolo en la cabeza con su bastón de dotación. Sebastián aseguró que no estaba fotografiando a la oficial, sino documentando el procedimiento.
En entrevista con medios locales, el joven explicó que decidió hacer pública la denuncia meses después por temor a represalias, ya que, según afirma, había sido objeto de constantes registros y presiones tras el hecho. También relató que fue retenido durante dos horas y que su teléfono fue decomisado sin justificación.
Producto del golpe, Sebastián sufrió una lesión en el pómulo y secuelas en la visión, debido a la ruptura de vasos sanguíneos. El caso generó reacciones en redes sociales y abrió un debate sobre el uso proporcional de la fuerza en procedimientos policiales.
La Procuraduría General de la Nación confirmó posteriormente la destitución e inhabilitación por 10 años de la patrullera involucrada, tras concluir que hubo un uso excesivo de la fuerza y una vulneración de los principios de legalidad y proporcionalidad.
