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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el domingo 21 de junio que su país lanzó ataques aéreos contra tres sitios clave del programa nuclear iraní: Fordow, Natanz e Isfahán. Las operaciones se realizaron con bombas antibúnker y misiles de crucero, en respuesta a la creciente tensión en Medio Oriente.
Imágenes satelitales difundidas por Maxar Technologies muestran el antes y el después de los ataques, revelando cráteres y daños visibles en las instalaciones. En Fordow, una planta subterránea ubicada bajo una montaña, se observan impactos directos en la superficie. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indicó que aún se están evaluando los daños, aunque inspectores no han podido acceder a los sitios desde el inicio de los ataques.
Mientras Irán minimiza la magnitud de la destrucción, expertos internacionales advierten que el programa nuclear iraní podría haber sido gravemente afectado. Algunos gobiernos europeos consideran que la ofensiva estadounidense comprometió una parte significativa de la infraestructura nuclear del país.
